lunes, 4 de octubre de 2010

!Prioridades!

Nuestro ser está formado por alma cuerpo y espíritu y cada uno de ellos se alimentan y se nutre, el problema es muchas veces cometemos el error de solo satisfacer y nutrir las necesidades de nuestro cuerpo, (Necesidades temporales) y descuidamos las necesidades espirituales (Necesidades eternas); muchas esto es producto del tiempo en que vivimos.

Hoy en día sentimos que la vida se vuelve tan agitada, tan agotadora sentimos que el tiempo pasa volando, al punto que esta rutina agitadora de todos los días nos afana (gr merimna: Afán, ansiedad, distracción, preocupación), nos distrae de los propósitos eternos de Dios para nuestra vidas.

Dios es un Dios santo, soberano y sabio y porque nos ama el ha establecido que todo tenga su tiempo, Ecl 3:1-15.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (2) Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; (3) tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; (4) tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; (5) tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; (6) tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; (7) tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; (8) tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. (9) ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? (10) Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. (11) Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. (12) Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; (13) y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. (14) He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. (15) Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.

También nos manda que sepamos aprovechar el tiempo porque los días son malos:

Efe 5:15-20 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, (16) aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. (17) Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. (18) No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, (19) hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; (20) dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Es por eso que debemos establecer prioridades en nuestras y esas prioridades deben estar en el orden de acuerdo a la voluntad de Dios.

1. Dios mismo: Nuestra comunión y relación íntima diaria con nuestro creador.

2. Nuestro cónyuge: Tratando a nuestras esposas como a nosotros mismos.

3. Nuestros hijos: Pasando tiempo de cantidad y calidad de tal manera que formemos el carácter de Cristo en ellos, sabiendo que un día daremos cuenta de ellos.

4. La iglesia: Cumpliendo nuestro servicio y responsabilidades como creyentes.

5. Nuestro Trabajo: Sabiendo que el trabajo es una bendición dada por Dios, pero que mal administrado o priorizándolo antes que a Dios puede convertirse en una maldición.

La pregunta es ¿Cuál es el orden de tus prioridades?